A veces, como en un descuido, veo las evaluaciones de mesas de examen de mis colegas docentes.
A veces, como en un ataque de furia -retenido por el rol y el formalismo- quiero matar a un colega.
Por qué amedrentarlos con un examen de 15 preguntas?
Por qué tomarles cuestiones memorísticas que poco tienen que ver con una reconstrucción creadora?
A veces, no entiendo a mis colegas.
Siempre, entiendo a mis alumnos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario