jueves, 15 de febrero de 2018

Enamorados a prueba de balas

La certeza de la elección -vieja pero perenne- se hace carne en cada beso, en cada mirada, en cada carcajada, en los silencios, incluso cuando me hierve la sangre por 5 minutos.
Amarte es fácil. Es enriquecedor. Es inevitable. Tus gestos -de hartazgo, de admiración, de nobleza y de comprensión- exigen de esta mujer que aún crece, que aún teme, que vuelve a disfrutar, entrega y amor. 
Plenitud de pareja que ha pasado por mucho, por pruebas que hemos sorteado como pudimos, pero siempre con el convencimiento del amor profundo, trascendente que nos tenemos. 
No sos mi Valentine, no sos mi Romeo... 
sos mi Howard Roark! Te amo Pat Pat!
(Se me escapa alguna lágrima traicionera)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario