La turbia mirada
que es propia
que acusa
que concede
-a veces-
que castiga
-siempre-.
Ese es el cruce
Ese es el cauce
que debería seguir
que debería sentir.
Pero se apaga
pero se teme.
Se ahoga
la libertad.
Se enmudece
la pasión.
Queda –expuesta-
la razón.
Pero le faltan herramientas.
Porque no hay
moralité
que pueda decir
con certeza
qué debe hacer Cada
Quien.
Los caminos son
inéditos
o aburridos.
o llanos.
Mesetas de orden,
de hábito.
Pero sin Ritos.
De Ritos
se llena la vida
cuando hay duelos
cuando hay fuegos
cuando hay partos.
Orígenes.
Transmutaciones.
Nuevos vos.
Nuevos yo.
Subjetividades renovadas
Reflexivas
Libertadas.
Escapadas de la
cárcel
de la propia moral.
Sucia
Hipócrita
Horrible
Moral
que me ató
que me mató
-no me enterró-
Y hoy,
-por algo-
Renazco.
Y no abdico más.
Nunca más.
Jamás.
Ni en pedo.
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